Los docentes de nuestros centros han disfrutado de dos jornadas de formación en la que han descubierto el arte de ser educador, un viaje de autoconocimiento y crecimiento a través de la pedagogía del amor de Santa María Rosa Molas.

“Docentes: Creadores”

También han reflexionado sobre la figura del tutor, guía en el camino, reflejando la espiritualidad y misión de Jesús, el inspirador Maestro. Han sido aprendices de maestros cristianos, uniendo fe y educación. Un elemento esencial de esta formación es la reflexión personal y grupal sobre cómo los principios de María Rosa Molas pueden ser aplicados en contextos educativos diversos. Los participantes tienen la oportunidad de desarrollar estrategias y metodologías innovadoras que incorporen estos valores en la enseñanza cotidiana, buscando así formar ciudadanos comprometidos y éticos. María Rosa Molas dejó un legado duradero en el campo de la educación, marcado por su dedicación a una enseñanza que trasciende lo académico, nutriendo el espíritu y cultivando valores que perduran en el tiempo. Su influencia sigue siendo una luz guía para todos aquellos que buscan educar no solo la mente, sino también el corazón de las generaciones venideras. Durante el encuentro una docente tuvo la oportunidad de compartir su testimonio particular de cómo María Rosa Molas ha marcado la vida de su familia. Este es su testimonio.

Soy profesora de uno de los centros de Nuestra Señora de la Consolación. Me dispongo a compartir mi experiencia personal, vivida gracias al testimonio de vida de nuestra Madre fundadora: Sta. Mª Rosa Molas. El pasado 17 de noviembre de 2023 me encontraba en el curso “Educadores II”, una formación que se prepara anualmente desde el Equipo de Titularidad de la Congregación con el fin de facilitar la formación a las nuevas contrataciones que van produciéndose en cada uno de los centros que las Hermanas de la Consolación tienen repartidos por la geografía española. En dicha formación se nos pedía que compartiéramos nuestra experiencia personal con los rasgos carismáticos de la Madre Sta. Mª Rosa Molas, aquello que más hondo nos había llegado de ella o con lo que nos sentíamos más identificados.

Para que se pueda entender bien la profundidad de la experiencia vivida debo explicar que soy madre de dos niños. El mayor de ellos está diagnosticado de Trastorno del Espectro Autista (TEA). Dicho trastorno tiene como característica (entre otras muchas) la falta de empatía hacia los demás. Son niños muy sensibles, pero en sus acciones diarias no demuestran ese valor tan importante para la vida en sociedad. Vivo en una localidad cercana a la que se encuentra el colegio, por lo que mis hijos no se encuentran escolarizados en mi Colegio, sino en un centro concertado de nuestra localidad. Por ello, finalizado el curso pasado aprovecho la fiesta de fin de curso de junio para poder llevar a mis hijos a mi colegio y que puedan conocerlo a fondo. La peculiaridad de este pasado junio 2023 fue que, volviendo de camino hacia nuestra localidad mi hijo pequeño me pregunta: “¿mamá quién era esa señora mayor que había en el cuadro de tu cole?”, en ese momento y viajando los 3 en el coche, les explico la vida de la Madre, les cuento cómo trataba ella a los necesitados y me centro en la empatía que sentía por este colectivo, así como por los enfermos.

Aquella conversación queda ahí y, durante varios meses no vuelve a retomarse pero, el pasado 23 de octubre de 2023 recibo un mensaje por WhatsApp del móvil de mi hijo mayor que transcribo literalmente en este momento (por favor téngase en cuenta que es la redacción de un niño):

“Mamá, recuerdas la historia que nos contaste de la jefa de tu cole? Después de salir de Taekwondo podemos pasar por la  …? Porque he visto un anciano o eso parecía que no tiene dinero y en un cartel que tiene pone que tiene un familiar enfermo y no tiene dinero para comprar la medicina. Podemos ir? Imagínate que te pasa lo mismo con nosotros y no tienes dinero para comprar la medicina porfa, vamos a darle algo de dinero para que pueda comprar la medicina, aunque sea con mi paga de la semana, se la daré porque pueda comprar la medicina, porfa mamá.”

No sé si puedo transmitir mediante un escrito como éste los sentimientos que tuve en ese momento y, los que me sigue provocando cada vez que vuelvo a leer este mensaje. Para mi marido y para mí, este acto empático de nuestro hijo significa muchísimo, tiene un valor incalculable y somos muy conscientes de que han surgido en él a raíz de conocer la historia de la Madre, es precisamente Ella quién ha removido este sentimiento en su interior.

La Madre Sta. Mª Rosa Molas sigue agitando corazones doscientos años después. Su carisma y sus valores siguen presentes en la sociedad de hoy y nos demuestra que seguirá ayudando a aquellos que lo necesitan. En nuestro caso, gracias al testimonio que pude darles aquel día, hemos podido ver esa gran evolución en nuestro hijo mayor, hemos podido llenarnos de emoción al saber que, pasito a pasito vamos avanzando, que no tenemos nunca que desistir sea cual sea la dificultad que la vida nos ponga y que al final, todo esfuerzo tiene su recompensa. Una recompensa emocional que no es comparable a ningún material y que quedará grabado para siempre en nuestros corazones.

Con Cariño

Una profesora de la Consolación.